sábado, 28 de enero de 2012

La revolución de Amaral arrasa en el Hangar



Amaral calentó ayer la fría noche burgalesa y de qué manera con su concierto en la sala Hangar. El dúo zaragozano llegaba a la capital y lo hacía de mano de Vodafone y de la red social de música Myspace con uno de sus Vodafone Secret Show, una iniciativa que por vez primera recalaba en esta ciudad.  Concierto gratuito, entrada libre hasta completar aforo teniendo perfil en Myspace y llevándolo impreso. Resultado: un ambiente inmejorable.
Con cincuenta minutos de retraso comenzó Amaral su actuación en el Hangar y lo hizo con “Hacia lo salvaje”, primer single de su nuevo trabajo. Después Eva pidió disculpas por el aplazamiento del concierto del pasado 17 de diciembre debido al accidente doméstico del batería, Toni Toledo, ya totalmente recuperado. Se mostró encantada por tocar en esa sala de conciertos, que antes fue un hangar de trenes. Los fans, que llevaban haciendo cola desde antes de las cinco de la tarde y soportando el duro frío burgalés, entraron muy pronto en calor. Era una de esas ocasiones en las que la larga espera merecía la pena y creaba expectativas… que se vieron cumplidas. Y ayer no faltó nada de nada a la cita, ni ellos, ni el fresco invernal que una vez iniciado el concierto dio paso a aplausos y ovaciones. Había incluso un photocall para ser retratado como una celebrity y que hizo la delicia de muchos fans.

A continuación, fueron desgranando gran parte de los temas de su último disco Hacia Lo Salvaje y así llegó “Esperando un resplandor”. Temas nuevos, pero también hits como “Kamikaze”. Con una Eva Amaral entregada en cuerpo y alma, saltando, recorriendo todo el escenario y moviendo el micrófono de un lado a otro de la ya casi mítica columna de la sala, símbolo del Hangar y conocida en toda España, al menos por los artistas que han pasado ya por aquí, para que todos los asistentes pudieran verla. Además del ya tradicional uso de ésta como lugar para colgar el setlist durante el concierto, la líder de Amaral bromeó con otra utilización posible: “Esta columna me sirve para jugar un rato al escondite esta noche con vosotros”.

Eva, tan guapa y elegante como siempre, vestía en la noche de ayer una original blusa estampada y semitransparente, unas informales mallas negras y botines negros con tachuelas. Tanto ella como Juan Aguirre se metieron al público en el bolsillo con su total entrega y con canciones como “Moriría por vos”.
A ella le siguió “Como un martillo en la pared”. Eva lo presentó preguntándose cuánto estamos dispuestos a ceder y todo lo que tendremos que luchar para no ir hacia atrás, muy a tono con la situación actual. Tras ésta fue el turno de “Hoy es el principio del final”, uno de los momentos cumbre de la noche, con el publico burgalés haciendo los coros <<como si no hubiera un mañana que nos fuera a atrapar>>, verso éste del citado single.

La siguiente pieza que sonó, también del álbum Hacia Lo Salvaje, fue “Si las calles pudieran hablar”. También éxitos como “Estrella de Mar” de su disco homónimo publicado en 2002. Tras “Montaña Rusa”, le llegó el turno a “Riazor”, una canción traída de A Coruña por Juan después de una visita a esta ciudad. Más tarde sonaron temas como “Las puertas del infierno” de su anterior disco La Barrera del Sonido, asimismo también pudieron escucharse temas más antiguos como “No sé que hacer con mi vida” y “Como hablar”, ésta última en formato acústico. Y el primer amago de despedida llegó tras “Van como locos”.
Un millar de burgaleses les aclamaron, pidiendo más y el dúo junto al resto de la banda regresó al escenario. Aún quedaban grandes temas por venir: “El universo sobre mí” y después, “Revolución”. Sin duda, el otro gran momento de la noche fue cuando sonó esta canción con Eva, megáfono en mano y pidiendo la revolución.

 “Cuando suba la marea” puso el punto final a más de hora y media de espectáculo y un total de diecisiete canciones interpretadas. Anunciaron que volverían pronto. Quedaron temas en el tintero. En definitiva, un concierto memorable en el que la entrega de banda y público fue máxima. Tras la despedida de Amaral, comenzaron a sonar los acordes de “Moon River” de Henry Mancini, eje vertebrador de la banda sonora de la película “Desayuno con diamantes”. Broche de oro para un concierto redondo.

Crónica: Nuria Gutiérrez

Fotografías: Lorena Barco, Miriam de Diego, Nuria Gutiérrez